El martes 24 de Noviembre dentro del Curso Extraordinario tiempo suspendido tendrán lugar las conferencias de Juan Albarrán a las 17.00 horas "Del fotoconceptualismo al fotobleau. Fotografía, performance y puesta en escena en el arte último español", y Javier Panera a las 19.00 horas que lleva por título: "¡Lloro porque me da la gana!. La puesta en escena de las emociones." Os adjuntamos un resumen de esta última conferecnia.
¡LLORO PORQUE ME DA
La puesta en escena de las emociones ( resumen)
F. Javier Panera
“(...)Es como si la expresión directa de un sentimiento, de una emoción o de una idea se hubiera vuelto imposible, por ser demasiado vulgar (…)”.
Michel Houellebecq
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos de un modo más o menos intenso, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones responden a una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea por eso son un estado que sobreviene súbita y bruscamente sin que, -aparentemente- podamos controlarlo, pero en realidad son el resultado de la interacción entre la activación fisiológica y la evaluación cognitiva de las situaciones.
Robert Plutchik, clasificó las emociones en 1980 mediante una bella representación, muy similar a la rueda de color, señalando que tanto los animales como los seres humanos experimentan ocho categorías básicas de emociones que motivan varias clases de conducta adaptiva: Temor, sorpresa, tristeza, disgusto, ira, esperanza, alegría y aceptación; cada una de ellas nos ayuda a adaptarnos a las demandas de nuestro ambiente físico y psicosocial; de hecho, en toda emoción hay siempre implícita una tendencia a reaccionar activamente porque la emoción afecta a los pensamientos, al estado de ánimo, al equilibrio del cuerpo y a la voluntad de acción… Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, sin embargo en los humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados que las confieren un carácter más sofisticado; el arte entraría precisamente en esta categoría y podría ser visto como una de esas capacidades humanas para enfrentarse simbólicamente al mundo desde las emociones…
Sin embargo, durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano considerando un síntoma de debilidad, inmadurez o egoísmo la exhibición pública de las mismas... Llorar en público, enfadarse en público, reírse o gritar de felicidad en público son algunas de las emociones que se nos invita a reprimir desde que somos niños condicionando en lo sucesivo nuestro comportamiento adulto.
En este mismo orden de cosas, a nadie se le oculta que el sistema del arte en los últimos años también ha terminado adoptando una posición cínicamente cool, en la que la expresión plástica de voliciones personales también ha sido vista de un modo displicente, cuando no extremadamente crítico. En la actualidad, la "sobre-representación" de la tragedia y su omnipresencia en los medios de comunicación, impide que se cumpla ese proceso de “catarsis” emocional que durante un tiempo algunos otorgaron como un poder -casi taumatúrgico- a las artes: la continua visión de hechos trágicos y la sobreexposición de los mismos, ha terminado anestesiando nuestra emociones obligándo -tanto a los espectadores como a los creadores- a huir hacia delante en busca de “fuegos artificiales”, “masturbaciones retinianas” y efectos especiales como burda estrategia de compensación.
Pero en una sociedad cada vez más compleja en la que el pragmatismo y la “razón cínica” se imponen aparentemente como modelos a seguir, muchos artistas siguen contemplando la vida como un desafío al que se enfrentan con un alto compromiso intelectual que no está reñido con la capacidad para realizar obras que podríamos definir como: “dramas de ideas y emociones” con los cuales plasmar la velocidad con la que se transforman los modos de vida, las dificultades de comunicación y entendimiento, la incertidumbre, la soledad o el tratamiento mediático de la situación sociopolítica. Así mismo, pretendemos dar visibilidad a trabajos que se articulan en el plano simbólico en torno a la mirada como acto indisolublemente unido al deseo el cual, hoy más que nunca, se constituye como vehículo de exploración y redefinición de la identidad.
Sobre este particular me permito resaltar dos ambiciones que se pueden detectar en las obras y artistas que van a ser analizados en esta ponencia: una esencialmente estética en la que las estrategias alegóricas y la seducción visual terminan trascendiendo el contenido semántico de las obras; y otra, más sicológica y emocional, que se produce cuando detectamos “anomalías” bajo la belleza plástica de cada imagen, de hecho, me atrevería a señalar que no hay un solo elemento de atracción que no implique, de modo directo o indirecto, un estado desasosiego, una amenaza subyacente que obliga a la espectador a reconsiderar reflexivamente –y en consecuencia a analizar críticamente- lo que tiene ante sus ojos.
2 comentarios:
Hola:
quería haceros una pregunta:
¿sabéis si hay actualmente algún cuadro de Jon Mikel Euba?
Me interesaría mucho saber el nombre del cuadro!!
muchas gracias:)
HOla Laura; disculpa el retraso en responderte.
En la exposición "Tiempo Suspendido" se exhibe una pieza de Jon Mikel Euba de la Colección del DA2 que lleva por título: Garitondo ( The Observer and Observer are Similar) 2000.
Puedes ver una imagen de la misma entrando en la web del DA2 en la sección dedicada a la colección.
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