Martin Kobe es uno de los artistas más originales de la Escuela de Leizpig. En sus pinturas de gran formato la relación entre tiempo y espacio se traduce en estructuras arquitectónicas muy complejas, en las que los límites entre la realidad yt ficción se deconstruyen una y otra vez, perpetrando una atmósfera de pesadilla nacida de un sueño retrofuturista que se amplifica al ser exhibida en los espacios de la antigua cárcel del DA2. sus obras transmiten ciertas desazón e irritación cuando se contemplan, pero al mismo tiempo se siente atracción hacia ellas. Se crean asociaciones entre interiores vacíos y futuristas líneas arquitectónicas que, en cierto modo, nos son familiares. La distribución del espacio y el esquema arquitectónico crean una asociación que busca una convergencia.
1 comentario:
Una exposición genial, de lo que más me ha gustado ver expuesto. Genial y desconcertante.
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